Sin circuito para el error 278


Algunas personas verán, dentro de sí, un observador activo que constantemente pone una densidad al error (puede ser al propio y al ajeno, y quizás más al propio, dependiendo del receptor).

Cuando este receptor conoce lo que es un “error de percepción”, es decir, descubre que puede funcionar a través de los cuatro marcadores hacia la divergencia, automáticamente asocia estar en un marcador, con esa densidad, que viene a ser un juicio que se coloca por encima y dice: “está mal lo que estás haciendo, estás en un marcador”. Ese observador se siente excluido, inservible, defectuoso, mejorable...etc.

De esta forma, la persona se ve en un BROCHE constante en el que error le produce una carga de la que no consigue escapar.

Así, este observador es como si “se colocara por encima” de la percepción (3) del error. Digamos que es un 5 en divergencia que te impone las “normas”, una “moral (4) sobre lo que deberías estar haciendo y no haces, que te indica constantemente que lo haces mal.

Percibo el error con mi 3, y automáticamente mi 4 recibe el peso de 5 exigiendo “que te comportes bien, que lo arregles, que lo corrijas”.

Ese 5 tiene la lógica del 7 cristalizado, que anhela una perfección y trata de conseguirla con el esfuerzo, ejerciendo una profunda violencia hacia uno mismo, para poder conseguir una armonia (que es copia de la original) hacia fuera. Busca huir constantemente del conflicto fuera, y para ello se autoexige y se abrocha por dentro.

Esa lógica 5 del 7 cristalizado se abre por el TRAUMA 77, que da un circuito completo U (22), para abrir una TRAMA, un diseño para explorar esa carga.

Este movimiento 54, como interferencia en la que recibo una moral de comportamiento, más el movimiento 34, en el que lo que veo es tapado por el diseño de la moral creado en 5, me dejan profundamente atrapado en una especie de laberinto de punto ciego 88.

Fijémonos ahora en el Calendario y el movimiento de días del Juliano al Gregoriano.

El día 4-10 es el día previo a este “robo” de días. Es día 277 del año, y en negativo tiene -88. Digamos que es el circuito para el trauma en el concreto, y en el abstracto tiene el potencial de torsionar el punto ciego que me abrocha al trauma.

Si “secuestro” todos los circuitos originales (280, 281, 282... 287) que me permiten torsionar todos los planos, entonces ese circuito para el trauma y aquella sincronización se quedan en su vía divergente.

El día 15-10, que es el primer día después de los 10 dias robados, tiene frecuencia 288, y en negativo -77. Tenemos aquí el circuito para la sincronización, y el potencial del trauma. Sin los circuitos previos, obviamente, tenemos el BROCHE que cierra al receptor en un HOYO en el cual se siente siempre erróneo, se culpa por ello, se autoexige, se corrige y, por tanto, esto convierte al receptor en un necesitado de DIOS, pues ante tal ceguera es lo único a lo que puede agarrarse. Poder tener la oportunidad de ver (3) a ese 5 que me cubre con la densidad por el error,  como la distorsión primera a desmantelar, es de absoluta importancia. 

El potencial sincronizado hacia la convergencia de 54 y 34 en conjunto, permiten que ese circuito para la sincronización 288, en lugar de apuntalar el punto ciego de la identidad, vaya desabrochando el conflicto. 
Si se fijan, el Descubri-miento de América se produce también en uno de esos días, en concreto el 12-10-1492, día 286 del año, circuitos originales para el potencial, y negativo -80, la torsión en punto 0. Justamente 90 años antes del cambio de calendario, de modo que con el potencial activo desde el calendario Juliano.

Cuando yo abro esta distorsión, es decir, cuando estoy en un espacio tiempo explorando de pasado a futuro, veo el Descubrimiento de América y contemplo, desde la lógica, cómo desde 34 se abrocha a una "ceguera" de propósito (Colón, de hecho, era italiano 39) para que el receptor que tiene el potencial de la lógica, de 5, no vea su propio potencial y necesite de Dios, necesite ser evangelizado. Sin embargo, si vemos este mismo proceso desde el observador del futuro, ahora el 34 mirando hacia la convergencia, lo que hace es despegar su mirada de ese 4 en divergencia, de ese diseño que lo empañó, y desvalidar con su 3 para que entre el oxígeno del 5 que antes ocultó. De ahí la importancia de ese funcionamiento 88 en convergencia, para que ese engranaje, ese mecanismo bisagra rote a la inversa y pueda desmantelar ese profundo conflicto global.

Este receptor que les habla nació en Ávila, código 920, latitud 40, longitud -4, el día 281, en negativo 85, día 7-10-1976, en año bisiesto, circuitos originales para el plano 1, uno de los días “robados”. Desde mi percepción he vivido este observador que se encuentra en un hoyo de ceguera con muchísima carga, por una durísima autoexigencia y un profundo sufrimiento ante el error y ante la mirada de los demás viéndome en el error.

El dolor de este observador es sentirse constantemente juzgado, desde dentro y desde fuera, de modo que antes tomaba las decisiones en referencia externa, para no sentir ese juicio. Pero en cierto momento va a tener que elegir tomar las decisiones intencionalmente sabiéndose juzgado, pues justamente esa sensación de la que huyó toda la vida, es ahora su rescate del hoyo, cuando se permite sentirla plenamente y descubrir que en ese nivel, en ese hoyo profundo, no está la respuesta a su conflicto, de modo que puede dejar de buscarla y así, desde esa quietud de la identidad, va apareciendo una nueva percepción desde un plano que tiene “mejores vistas”.

La ceguera desde ese hoyo, impide ver el propósito de las cosas. El circuito para el propósito de este observador está, como vemos, “secuestrado”. El día 279, que si nos fijamos es el código de Israel dado vuelta (972), contiene el circuito de la hiperconvergencia en su propósito. Si lo secuestramos, vivir esto en divergencia es un circuito para el 7 cristalizado, con el 9 vivido en su polaridad de violencia. Así la persona se autoexige con una violencia moral muy feroz.

Desde este hoyo tenemos el circuito atemorizado, y tratamos de huir constantemente de ese miedo, escondiéndonos en el hoyo, con el miedo como suelo. Si intentamos salir del hoyo a través de la identidad, entonces me siento culpable y me abrocho por el techo. Solo Dios puede sacarme de ahí. Solo la FE (65).

Para que ese propósito 9 encuentre un circuito 2 en punto 0 para la convergencia, que vendría a ser el RESET de ese secuestro del calendario cristiano, utilizamos entonces al miedo y a la culpa como nuestros grandes aliados. Este observador nos ha hecho verlos como enemigos, justamente para mantener el broche.

El código de Ávila, 920, ciudad en la que vive este receptor, nos muestra este reset.

IS IS= 920 920, está apuntando a ese hoyo en el que vive la gente. Los mineros chilenos, que eran 33 nos estaban mostrando la lógica de ese potencial. IS IS atenta al 33 por esa CEGUERA envuelta de valores, que impide ver el propósito.

Justamente ese observador siente que todo lo tiene que conseguir a base de esfuerzo, el minero, símbolo del trabajo duro, es maravilloso para mostrarnos la esencia de ese observador, que va a tratar de aferrarse siempre a una polaridad positiva, de ánimo, de ilusión y de fé, para poder contrarrestar esa sensación profunda de trauma. La maravilla es que ese observador, que toda su vida la fundó en el trabajo, en el esfuerzo; en ese momento tiene que QUEDARSE QUIETO y esperar a ser rescatado. Tiene que dejar de esforzarse, de ser el luchador que la identidad le invita a ser. Ese que se levanta cada mañana buscando un motivo para vivir.

Así, el secuestro de los días del calendario se produce “coincidentemente” con la muerte de Santa Teresa de Ávila, el 4-10-1582, día en el que el Vaticano realiza el cambio.

434 años después, en 2016, observamos este secuestro desde su estructura lógica para permitir así su desmantelación.

En Cuba, con coordenadas 21 Norte, 78 Oeste, es decir, coordenadas que nos muestran ese 78 para el que estamos buscando circuito, tenemos una ciudad llamada “Ciego de Ávila”, fundada el 30-3-1877, con prefijo telefónico 33, dentro del 53. 

Pero, sencillamente, ese circuito para el error 278 con el que se abre el secuestro, y ese circuito para la sincronización 288 del primer día del nuevo calendario, ya están girando hacia la convergencia y siendo dirigidos por un observador de mucha mayor velocidad. 

De modo que, para facilitar el proceso de las personas que transitan identidad con ese observador, sencillamente, se trata de que al poder entender la lógica no lineal que hay tras esto, nuestro inconsciente, con esta lectura, entienda los hilos esenciales para que pueda ir desabrochando la profunda validación inconsciente que lo provoca. Así, poco a poco, el receptor va notando una ligereza muy grande a medida que se descubre más desidentificado de ese observador. 

PA-CIENCIA, CIENCIA DE PA para aquellos que lo transitan, porque sencillamente, como los mineros, desde el hoyo solo puedo esperar a ser rescatado desde una instancia de visión más elevada de la que yo tengo ahí, y ese rescate ha de ser permitido con la menor intervención posible de la identidad. 

Para finalizar, decir que toda esta percepción es el resultado de una observación conjunta de José y mía, cuyas frecuencias ya nos indican desde el principio que las identidades van a apuntar a esta visión. Justamente si yo le sumo 57 (la lógica del 7 cristalizado, o en convergencia la lógica de la esencia original, que es lo que abre a este observador)  a mi frecuencia, tenemos 338, que es la frecuencia de José, justamente la alineación de ese plano 3 a través de la torsión. 

Así hemos podido observar esta doble vía en nosotros mismos y en la relación con el otro, cómo con la presencia de esta lógica en distorsión, la autoexigencia maneja a los receptores, abrochándolos en la necesidad; mientras que cuando la lógica empieza a mutar, la torsión invierte toda la percepción a una profunda y expansiva libertad

Comentarios

  1. Total identificación con lo escrito arriba, gracias chicos ahora solo suelto para abrir paso a la mutación, pero al leer y observar mi identificación sentí liviandad.

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  2. Muchas gracias por compartir y aclarar este punto ciego para mí. Estos aportes ayudan mucho en la auto referencia, cuando aparecen indicadores que no sabemos su significado.
    Es un alivio! Gracias!!!

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    1. Me paso exactamente lo mismo!! Gracias por compartir!!

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  3. Muy identificada con lo que contáis. Vuestro aporte es un tesoro para mí.
    Desde donde yo me encuentro, los aliados, el miedo (terror) y la culpa, vienen de la mano con una tristeza muy profunda (123). Ahora los puedo ver como mis grandes amigos. Trío de ases.
    Enormemente agradecida por el aire que entra. Un abrazo.

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  4. Fantástico !!! Muchas gracias Laura, Vero desde Manhattan, NY

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