Ver y No Validar: Los Tránsitos del Proceso

Asumir la Vulnerabilidad
(Fragmentos del libro "Ver y No Validar", de José Mataloni
Vulnerabilidad = 137
Es una bisagra mental (13) que deja entrar al plano 7. La vulnerabilidad es otra resistencia, una mental, enmascarada de victimismo y conmiseración, y de varios observadores más. Toda esa carga que sentimos como vulnerabilidad, cuando empezamos a incluirla en lo que vemos, a permitirnos sentirla sin juzgarla, entonces, se convierte en un combustible para el vacío. Vacío que nos va dejando espacio en ese plano 3 que ya no vemos tan lleno y es cada vez más integrador.
De acuerdo a lo que hemos expuesto, no tienes que hacer un esfuerzo por salir de la vulnerabilidad. Cuando te sientes vulnerable, tómalo como una anticipación de que se te está desmantelando el diseño, ante la presencia del Observador Original.

De hecho, sin transitar lo más vulnerable dentro de uno mismo, no tenemos acceso a la percepción original. La vulnerabilidad es resultado de la referencia externa. Cuanto más puesta tengo mi referencia en las normas externas, más vulnerable me siento. A medida que voy asumiendo esa vulnerabilidad, y a medida que voy dando menos y menos credibilidad a la norma que me exige, entonces voy funcionalizándola, y se me va generando un circuito en lo biológico que hace que la percepción original pase de estar cristalizada por la norma, a que sea VIVA.

Es la propia identidad la que se siente vulnerable. 

La Despresurización
Despresurización = 210
Cuando la identidad se entrega al origen, al contrario de lo que sospechaba en sus resistencias, se comienza a despresurizar la carga o el esfuerzo que hace, cuando no conoce al Observador Original. La frecuencia que la palabra nos muestra es el universo base 21 en punto 0. El universo base 21, que es una especie de nueva versión, o recreación del universo base 12, pero al contrario de él, en el universo base 21, uno se ve a sí mismo.

En el universo base 12, la unidad (1), desarrolla la polaridad (2), cuando esto se completa, se empieza el camino de vuelta, entonces, la polaridad (2), va buscando de nuevo la unidad (1).

En todo caso, en la frecuencia 210, lo que percibes está en un estado neutro. Uno es consciente de lo que es. Y también podemos ver que se nos va creando un circuito para que el desdoblado pueda estar en punto 0. Esto nos proporciona oxígeno en los planos más lentos, por eso, sentimos la despresurización como algo que nos da una sensación de liviandad.

Este proceso de despresurización dependerá de cada receptor; en algunos casos, puede ser rápida, y en algunos otros se pueden dar un proceso lento, puede ser una comprensión espontánea, o un largo periodo de aprendizaje. Para ese segundo caso, quizás donde hay más resistencia, es importante que puedas prestar atención a los pequeños detalles en los que vas a ir sintiendo la despresurización. Ese darse cuenta “de estos pequeños detalles”, por ejemplo, acciones en los que ya no reaccionas como antes, una descarga en la emotividad, menos nostalgia… etc. Este darse cuenta de lo pequeño sirve para no caer en validar la idea de “a mí este proceso no me funciona”, por ejemplo, u otros enmascaramientos de los observadores más lentos.

En retrospectiva puedes ver tus avances cada vez con más claridad, pero si no te das cuenta de ellos, de las pequeñas despresurizaciones, lo mejor es, para nosotros, que no fuerces el querer que “los avances” se produzcan. Esto es también la mirada de la identidad. 


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